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flordeoro - Capitulo 9


-¡Muévanse! – grito uno de los hombres empujando a Issac. Por fortuna o por desgracia, no había héroes en el grupo de Vanessa. Los muchachos se habían dejado atar las manos a la espalda al entender que los hombres estaban más que dispuestos a usar sus armas. Una vez con los cuatro intrusos atados los llevaron por otra serie de túneles en una caminata exhaustiva… como si no hubiesen estado haciendo eso justamente. Irónicamente, ahora que estaban en manos de sus captores la dirección que tomaban era más segura ya que esos hombres sabían a donde ir. Claro que esto no les daba seguridad a ninguno. Dios ayúdame, oraba. Orar era lo único que podía hacer. Lo único que podía darle paz y evitar que se volviese loca. Los sujetos hablaban de un modo muy desagradable y habían manoseado a Nadia cuando la ataron haciendo comentarios impropios. A Vanessa no la habían tocado por una evidente falta de interés.

            No tardaron en llegar al campamento pirata. Había demasiado movimiento en lugar. A principio nadie pareció prestarles demasiada atención. Eso era preocupante. O era muy normal que llegaran grupos de hombres armados con 4 prisioneros o algo más feo estaba pasando. La gente parecía amontonarse en un punto

- ¡Dije que se muevan! – Grito el mismo hombre empujando ahora a Nadia – no pierdan tiempo – y para rematar, los hombres los llevaban a ese punto

- No creas que porque tuviste el seso para reconocerla te mereces algo – la voz de Karnage sobrepaso a la multitud

- Si no fuera por mí la zorra te hubiera robado en tus narices… Me lo debes – respondió el hombre con el que Várvara había chocado momentos antes

- No te debo nada – replico Karnage cada vez mas furioso – Yo decido como se reparte el botín

- Pues ahora lo decido…

El sonido fue ensordecedor. Vanessa nunca supo como hizo para no gritar cuando el hombre que había estado peleando con Karnage cayó de espaldas frente a ella. Tenía la expresión más horrible que ella había visto… y un agujero en la frente. La sangre empezaba a correr por su cabeza. Asqueada Vanessa trato de alejarse un poco pero sus captores estaban cerca de ella. Dios, Dios. Había visto como mataban a un hombre. Claro que había visto hombres muertos en la televisión, incluso en las noticias. Sabia de primera mano que el mundo puede ser muy crudo y malo pero… todo eso era solo teoría. Ahora tenía al cadáver del hombre casi a sus pies y eso la aterraba.

- ¿Alguien más quiere discutir conmigo? – reto el jefe pirata con la pistola aun humeante del disparo. Evidentemente nadie contesto. – entonces regresen a su trabajo – pateo el cadáver – y limpien esta basura.

- Señor… - dijo uno de sus captores

- ¿Qué demonios quieres? – rugió Karnage levantando la pistola.

- Encontramos intrusos –

- NO TENGO TIEMPO PARA ESO – aparentemente no estaba de muy buen humor – Llévenlos al calabozo después me ocupare de ellos.

            Después de semejante escena, nadie quería contrariar a señor. Evidentemente decepcionados, los hombres llevaros a los adolecentes a los que parecía ser otro túnel. Vanessa no sabía qué hacer para controlar su miedo. Demasiadas cosas habían pasado en un solo día y todo era peor. Dios ayúdame

            Aparentemente los bandidos habían usado esas secciones de celdas. Abriendo las pesadas puertas de metal los metieron en otra caverna. Era un lugar frio y húmedo. Había charcos de agua, o lo que Vanessa esperaba que fuese agua, por todas partes. También había cadenas y grilletes colgado de las paredes firmemente empotradas. Pero lo más aterrador era la muchacha.

            Una muchacha menuda no mucho mayor que ella, unos 15 o 16 años, estaba encadenada a la pared con los ojos vendados con una pobre excusa de trapo y las manos extendidas como si fuese un sacrificio. Tenía moretones en la cara y seguramente en el resto del cuerpo. La habían golpeado. Dios, ayúdame. Si eso le hacían a esa muchacha que obviamente no podía ser ninguna amenaza ¿Qué les harían a ellos? ¿La matarían o algo peor? Por favor, por favor…

- Dios ayúdame – obviamente su oración fue más que un susurro ya que de pronto sintió como la agarraban del cabello y la arrastraban hacia atrás

- Pero ¿qué es esto? – Dijo uno de los hombres – ¿no me vas a decir que eres de esos imbéciles que creen que hay un dios que los cuida no?

- ¿Qué haces idiota? – Dijo otro – no pierdas el tiempo con la pelota

- No seas aburrido, la atrape pidiendo a dios… que inútil –

- Sabes que hay muchos de esos –

- Si, pero nunca me he podido desquitar con uno – dijo jalando el cuero cabelludo de Vanessa sacándole un grito. – El capitán no lo permite,

- El capitán está ocupado celebrando ¿Por qué no probamos la fe de la gordita? – una sonrisa sádica apareció en su rostro - Dime babosa, ¿crees que dios te va a salvar? – Decir que Vanessa no tenía miedo sería una gran mentira. Pero la verdad le broto sola

- Si

- ¡Impertinente! – La sacudió del cabello – ¿crees que tu dios puede más que esto? –El hombre saco su cuchillo y lo raspo por la garganta de Vanessa - ¿Crees que si le pides ayuda te sacara viva de la celda? Probemos… - Levanto el cuchillo… y corto las cuerdas de Vanessa

- EHH ¿Ten cuidado imbécil?

- ¿Qué va ha hacer? – dijo el hombre mientras aventaba a Vanessa contra la pared – ¿Aplastarme? – La miro – me dicen que los que se creen santitos siempre cantan a su dios… bien… Canta, entretennos.

Vanessa se había golpeado contra la pared cuando la había empujado pero al menos ahora podía sobarse la cabeza. Los miro con dolor en los ojos. Odiaba cuando la gente la rechazaba… pero como le dolía cuando rechazaban a Dios. Lo había visto muchas, muchas veces. Claro, se podía pensar que estos hombres lo hacían porque tenían el alma envenenada. Pero Vanessa había visto a otros… tantos otros. Gente buena, amable, inteligente. Gente que ella había llegado a respetar… que rechazaban a Dios de la misma manera que lo hacían ellos. Nunca entendía porque.

Entendía porque la rechazaban a ella. No tenía nada que ofrecer, no era nadie, no valía nada…. Pero Dios. Dios era todo, Dios con su amor eterno. Dios con su vida abundante. Dios con su perdón perfecto. ¿Por qué alguien en su sano juicio iba a rechazar a Dios? No era razonable. Y ahora estas personas querían burlarse de Él.

- ¡Que cantes mensa! – una bola de lodo y suciedad le dio en el hombro - ¿O es que también eres retrasada? – no tenía caso. Debía hacer lo que ellos decían si quería vivir.

En la cruz se clavo y aquel Santo murió para que en EL tuvieran vida.

Su voz estaba desafinada, y algo temblorosa. Tampoco era muy fuerte. Tenía miedo. Dios tenía mucho, mucho miedo. Dios Ayúdame.

- ¡Mas fuerte!

- ¡No que tu dios es poderoso

Y esa sangre que el vertió, sobre mi derramo, a fin de limpiar mis pecados

-Echarle sangre encima, parece que eso le gusta a la santita ¿no?

Várvara solo había estado medio inconsciente cuando entraron los prisioneros. La venda que le cubría los ojos no le impedía ver. Era únicamente para que no usara la mirada de rayos que tenían las mariposas. Si la usaban con los ojos cubiertos la tela se quemaría lastimando su cara. Pero cuando empezó a escuchar las palabras que decían su primer pensamiento fue No puede ser

Con Cristo juntamente estoy crucificada. Pues ya no vivo yo. Más El vive en mí

- También quiere que la clavemos a la pared. Ha de ser masoquista.

Várvara conocía la canción. La había escuchado muchas veces. Era una melodía hermosa que decía cosas que ella ya sabía… pero que no había recordado

Nueva criatura en Cristo soy, las cosas del pasado en el pasado son. Si alguien me pregunta yo sé a dónde voy.

- Mira lo nueva que se ve – otra bola de lodo le golpeo el vientre

- Yo sé a dónde la voy a llevar – más lodo y ahora una piedra le dio en el brazo

Porque en Cristo nueva criatura soy

Esta vez la piedra le dio en la boca. El golpe la aturdió lo suficiente como para tirarla al piso donde calló de frente. Su mirada recayó en un charco que le devolvió su reflejo. El reflejo de su rostro lastimado por la piedra y sus ojos hinchados de lágrimas que no sabía que habían empezado a correr. Pero ese reflejo le dijo tantas cosas. Cosas que ella ya sabía desde que decidió darle su vida a Cristo

Y un libro se abrió

El libro de la vida, el libro donde Dios había escrito su nombre el día que ella decidió que su vida no sería más de ella sino seria de quien la merecía.

Nombre nuevo el me dio

Un nombre no solo es la manera en que eres llamado. El nombre significa identidad, significa aquello que eres que nadie más es, o puede ser. Un nombre nuevo significa una identidad nueva. Una vida nueva. Una forma de vivir que ya no puede ser lo que fue porque tú mismo ya no eres lo que fuiste.

Mis vestiduras Jesús me lavo.

Su ropa estaba manchada de lodo y sudor. Estaba muy sucia y ella lo sabía, lo sentía. Pero la vestidura de la que ella hablaba estaba en su alma, esa alma fría y lastimada con la que cargaba todos los días y que pesaba enormemente. Un alma que debía ser protegida porque era débil.

Y lo viejo paso, en el olvido lo hecho. Fui libre de todo pecado.

Ese reflejo le mostro algo. Lo viejo no había pasado. Seguía cargando con él. Lo seguía llevando a todos lados sin dejar que Dios lo echara en el olvido. ¿Por qué lo seguía cargando? Dios ya se lo había quitado… ¿Qué necesidad tenia ella de llevarlo y alejar toda la bendición que había para ella? No podía. No debía. Ella era libre desde hace mucho y había estado perdiendo el tiempo viviendo sin libertad. Se levanto mirando a los hombres que la humillaban directamente a los ojos

Mas ahora soy real sacerdocio. Nación Santa fui comprada por Dios

Y no era justo. No cuando Dios había pagado el precio por deshacerse de todo eso que la lastimaba. Dios la había liberado por simple hecho de que la amaba. Con todos su problemas, con todos sus miedos. Con toda su amargura, con todo su dolor, rabia y odio. Dios es perfecto para amar todo eso en su corazón y hacer de ello algo bueno. Hacer algo que sirva para El, para el mundo y para sí misma. Ella era importante, era realeza, era santificada, era escogida. Y estaba muy, muy orgullosa de que el Ser que creo al universo la escogiera.

            Estaba tan absorta en sus reflexiones que no se dio cuenta de que una luz había empezado a brillar alrededor de ella. Tampoco noto como la luz iba creciendo a medida que iba cantando. Ni que los proyectiles que con tanta saña habían sido lanzados hacia ella se desasían conforme se acercaban a la luz que despedía de su corazón.

- ¿Qué diablos está pasando aquí? – Karnage había ido a los calabozos junto con otros hombres al oír la voz cada vez más potente de Vanessa. – Idiotas, ¿Qué han hecho?

Nueva criatura en Cristo soy, las cosas del pasado en el pasado son. Si alguien me pregunta yo sé a dónde voy.

SI, SIII Várvara lo recordaba, recordaba el mensaje de esa canción. Hablaba de la necesidad de dejar morir tu viejo ser para ser nuevo. Era la idea primordial de una mariposa. Dejar de ser oruga, dejar de ser pecador. Dejar todo aquello que no es bueno y dejar que Dios te haga algo hermoso. Y no solo era una canción, era una decisión que ella misma había tomado tiempo atrás. Y con esa decisión venia el poder. El poder que ahora sentía y que la hacía ser quien era. Por eso cantó junto con Vanessa. Porque quería sentir y declarar a voz en cuello quien la hacía fuerte.

Porque en Cristo nueva criatura soy

Karnage no se quedaba estático, trataba de acercarse para callar a Vanessa. Sabía el efecto que pronto tendría en Várvara. Pero al igual que las bolas de suciedad simplemente no podía acercarse. La luz crecía encegueciéndolo y las ondas de poder eran demasiado fuertes. Acercarse era tan imposible como detener un huracán con las manos.

Nueva criatura en Cristo soy, las cosas del pasado en el pasado son. Si alguien me pregunta yo sé a dónde voy.

La luz casi cubría completamente a Vanessa pero ella era ajena completamente a todo. Solo sabía lo que su corazón había entendido. Solo sabía lo que su alma necesitaba y sabía que estaba siendo saciada por una fuente maravillosa e incomparable.

Porque en Cristo

Várvara sentía el poder correr por sus venas llenándola de vida, de victoria, de amor indescriptible. No importaba lo sola o lo preocupada que pudo haberse sentido ahora tenía todo lo que necesitaba. Todo lo que su alma deseaba.

Porque en Cristo

Vanessa sentía como algo cálido y hermoso llenaba su corazón. Como el dolor antes tan presente se desasía como el hielo al sol. Como algo dentro de su ser… era reparado

Nueva Criatura…

Várvara se sentía tan invencible ahora. Tan llena de energía y de poder que comprendió porque había sido necesario oír esa canción en ese momento. Porque Dios había acomodado su perfecto plan para ayudarla cuando más lo necesitaba. Por eso intento romper sus cadenas

Nueva criatura en Cristo soy, Hoy celebro un nuevo amanecer…

La luz finalmente cubrió a Vanessa completamente. Pero su voz aun podía ser escuchada. Su voz seguía siendo la misma mostrando que era la misma persona la que había sido absorbida por esa luz sanadora

…en EL

Que la que ahora salía. Cierto que la luz empezó a menguar pero las ondas de poder aun llenaban el lugar y donde había estado parada una regordeta niña de 15 años había ahora una mujer mucho mas estética de aproximadamente unos 25

Del pecado…

Várvara libero una mano separándola de un tirón de la cadena

… Y de la muerte

Otra mano libre

Jesús me libro

Con toda confianza se acerco a Vanessa

Y por eso…

Y por eso…

Vanessa volvió a ser cubierta por la luz que no se había extinguido

Nueva criatura soy yo

Las ondas de poder simplemente explotaron hacia el frente derribando a los piratas que estaban cerca

Soy yo Soy yo Soy YO

En un segundo Várvara comprendió que debía actuar. Karnage no era tonto y ya debía de haberse dado cuenta que allí pasaba algo superior a él… y escaparía. No con la espada

Si alguien me pregunta yo sé a dónde voy

Con sus fuerzas renovadas se desmaterializo a sí misma para materializarse tras el pirata que ese momento volteaba para huir.

Porque en Cristo…

-Buenas noches – Un arañazo, fue todo lo que necesito. Sus uñas tenían un somnífero casi tan fuerte como el que le habían dado a ella. Con gran placer lo vio derrumbarse como muñeco de trapo

…Nueva Criatura soy YOOO

 

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