Mira hacia el horizonte. Más allá de cielo y las estrellas, del sol y la luna, de los sueños y los deseos. Existe un lugar diferente a la tierra. Un lugar donde se puede tocar las estrellas, y acariciar al viento. Un mundo de magia y belleza donde pasan las cosas más fantásticas, más increíbles. Porque aquí todo, absolutamente todo, es posible; La magia y el ingenio, la vida y la muerte, la desesperación y el anhelo, el odio y el amor.

 

“Todo esta en orden en el club mariposa; todo el mundo está en sus puestos. El palacio principal vigila la seguridad, el gimnasio esta bien equipado, la casa disquera sacando nueva música, los restaurantes abastecidos, los comercios con nuevos artículos...” ¡Várvara, Várvara! “Oooooooooh” pensó “tan bien que iba” apretó el botón del intercomunicador de donde salía una voz llamándola

- ¿Que pasa Janet? -

- Várvara... eh... Señorita Lafrum – la voz ahora sonaba dudosa – lo siento, señorita Lafrum pensé que tenia problemas... como no contestaba – Várvara sonrió para si misma y miro a su alrededor. Aunque la oficina era un desastre, el peor peligro que corría era quedar atrapada en una pila de archivos

- No hay cuidado, estoy bien ¿Qué pasa? -

- Eh... quería preguntarle si confirmo su reunión con el líder de los halcones – Várvara soltó un suspiro. Ella no era quien necesitaba que le recordaran la junta

- Si Janet, comunícame con la oficina de Jais – sonrió un momento para sí misma – y salúdame a Jorge – soltó una risita imaginando como Janet se ruborizaba

- Señorita... Mi intención no era... – la voz de su secretaria sonaba pillada, Várvara sonrió para sí misma con tristeza. Ya había jugado este juego antes... y Jais también

- No te fijes, mejor comunícame con Jais -

- Si señorita Lafrum- el sonido del intercomunicador le indicó que la conversación había terminado... ahora tenia que pensar como sacar a Jais de su oficina

 

En el palacio principal de los halcones las cosas no iban mucho mejor... Una de las muchas secciones del edificio era el laboratorio, lleno de las mejores herramientas del momento. Cualquiera se sentiría orgulloso de trabajar allí

- Quiero salir de aquí – rugió Simón - Todavía no entiendo porque tenemos que estar aquí-

- No somos los únicos – repuso Rubén, un muchachito rubio encargado de los automóviles de carreras en el club, esforzándose en un vano intento de calmar a su padre – Las chicas también han tenido que enclaustrarse -

- Se supone que Tashy es la guardiana del Diamante, no nosotros – tercio Samuel, el encargado de la navegación espacial de los halcones.

- Todos necesitamos el Diamante – repuso Pedro apoyando a Rubén. A diferencia de su compañero, Pedro tenía pelo castaño y una mente más creativa. Era el encargado de motores y vehículos... Tenía una buena relación con Rubén debido a las características de sus trabajos y la edad similar... Ambos eran niños en kidland, una sección de los clubes solo para niños

- Lo sé – se rindió Simón, sabía que sus compañeros tenia razón, por lo general era un tipo razonable y bastante centrado. Pero ahora estaba fuera de su ambiente – Solo que ya estoy cansado, llevamos 2 semanas metidos aquí -

- Al menos reforzaras tu paciencia – bromeó Rubén para relajar un poco la situación. Entendía bien a su padre. Aunque las quejas de Simon eran constantes, tenía razón. Todos estaban cansados y no llegaban a ningún lado.

- Si no reviento primero – hizo juego Simon tratando de relajarse. Risas tensas surgieron, no sabían cómo salir del problema. Ambos clubes contaban con ellos pero...

- Al menos no esta el jefe aquí con nosotros – Eso nadie pudo negarlo... Desde hace tres años nadie había podido estar mucho tiempo con el líder de los alcones... excepto Várvara

- Si “Ella” no se hubiera ido.... – suspiro Pedro, aunque se arrepintió al momento de decirlo

- No podemos pensar en eso – La voz del pelirrojo pareció reprimirles a todos – No podemos darnos ese lujo – Alex era el halcón de mas alto rango en el salón, era el segundo del equipo N y guardián del fuego. Casi no había hablado, pero también le preocupaba la situación. Toda la atención estaba centrada en él en ese momento. Aunque le preocupaba más la salud de su jefe– Tenemos que hacer reaccionar el Diamante

- ¿Pero como? – Pregunto Pedro con la esperanza y la duda en la boca – Tashy no ha logrado ningún avance -

- ¿Qué dice él ultimo informe? – pregunto Simon mas calmado dirigiéndose a Rubén que tenía una carpeta en las manos con él ultimo registro de la guardiana del Tiempo

- Lo de siempre. El diamante esta desestabilizado... tiene energía pero no hay forma de sacarla sin perder el control -

- Y sin la energía del Diamante no podemos accionar la coraza – remato Pedro tratando de ver el problema global

- ¿Cómo lo estabilizaron la ultima vez? – pregunto Rubén quien aun no había entrado al club en esa época. Un silencio. Solo Alex se atrevió a hablar

- Los líderes lo estabilizaron - dijo secamente, Rubén no le creyó

- ¿Con su energía vital? -

- Y la ayuda de Dios – concluyo Simón - Fue más peligroso de lo que te imaginas pero lo hicieron

- Entonces Jais podría... -  Empezó Rubén, pero callo al instante

- No – le corto Alex – no se amina... Sinceramente estoy más preocupado por él que por  el diamante – Nadie pudo negar eso

- No entiendo porque se fue... – Rubén ya se estaba cansando de parar sus pensamientos en seco, para su sorpresa Alex no lo detuvo – Nadie lo esperaba... menos Jais.

- No creo que el mismo Jais lo sepa – se le unió Pedro, el también quería tomar el tema

- ¿Que paso con lo que hacía... con sus dichos... lo que nos ayudo a aprender? – También Simon quería meter su cuchara

- Finalmente eso no importa – la voz de Alex parecía resaltar la calidad de su rango – Esta muerta, todo lo que podemos hacer es recordarla y hacer lo que dice el Señor... toma lo bueno de esto... desecha lo malo -

- Cierto... – concordó tristemente Rubén, - tu fuiste quien mas la conoció de nosotros. Pero no sabemos si esta muerta -

- Lo esta – afirmo Simon – si no ya nos hubiera llamado -

- No tiene caso pensar en eso... – exclamo Pedro disgustado - Ella nos enseñó a hacer lo mejor para Dios, este lugar hace una gran obra para el y debemos conservarlo por y para el -

- Recuerden, Ella era el corazón de esto pero no el alma... – Alex habló para sí mismo - este proyecto es de Dios antes que de nadie... no podemos dejarnos abatir... – Si solo estas palabras le llegaran al corazón de Jais, después de todo salieron de su boca