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flordeoro - Capitulo 7


Había llegado la hora. Sabía que debía enfrentarse a ello lo antes posible. Seria más difícil si continuaba retrasándolo. Respiro hondo dispuesta a hacer lo que fuera necesario.

- La limpie esta mañana –

Coty giro en redondo para encontrarse con la secretaria

- Buenos días Janet,

- Un gusto volver a verla señorita Castellán -

- Tenia tiempo que no te veía- Coty señalo la puerta - entraste a la oficina ¿y sobreviviste?

- No era tan malo como parecía -

- Mil gracias Janet, admito que tenia miedo de que algo me atacara -

- La señorita Lafrum todavía no es muy buena organizadora, pronto se acostumbrara – Aja pensó Coty Y los últimos 3 años solo han sido práctica

- Bien veamos tu trabajo – Coty abrió la puerta para ver el interior del cuarto.

Fue casi como un golpe físico. Cierto que se había preparado mentalmente para el desorden que sabia que Várvara era capaz de crear. Pero el entrar en la oficina decorada en un predominante color lila era como volver al pasado. Había pasado demasiado desde que había visto esa imagen. Las primeras 4 habían tenido reuniones, oficiales y extraoficiales, en esa sala negra. Habían hablado de problemas profesionales, personales, metas, temores, chismes… Casi podía ver a la primera líder sentada detrás del escritorio. Casi podía ver su sonrisa diciendo Hola Coty. Aunque su ausencia había afectado primordialmente a Jais y a Várvara, muchos de los miembros de ambos clubs habían perdido una parte de si mismos… incluyéndola. Várvara había pasado 3 años en esta oficina decorada por ella, rodeada de sus cosas, acosada por recuerdos. No era de extrañar que tomara la primera misión suicida disponible.

- Excelente trabajo Janet. ¿Podrías asesorarme que debo hacer ahora? – antes de que pudiera parpadear Janet había salido de la oficina y vuelto a entrar con 3 carpetas en la mano

- Claro señorita Castellán, aquí tiene… – dijo extendiendo el primer folder – el reporte del laboratorio aunque no hay novedades. El siguiente es un reporte de la guardiana del tiempo sobre el progreso del diamante temporal y el ultimo es el reporte de la guardiana del viento acerca de sus rutinas ha las torres de vigilancia. –

- ¿Qué hace Cris en las torres?

- La capitana del equipo N le solicito a la señorita Lafum una revisión periódica de las torres para prevenir el próximo ataque –

- Comprendo - Tenia sentido, con la situación actual del diamante debían estar preparados. Seguramente el guardián del viento hacia lo mismo

- Ya pase los archivos a formato digital, pero pensé que seria mas cómodo para usted revisarlos en papel… ¿quiere que le traiga un café o algo de cenar?

- No, gracias Janet – wow Janet era eficiente – te llamare si te necesito, voy a revisar los reportes-

- Para servirle señorita Castellán – sin hacer ruido salio de la oficina.

Coty sintió un escalofrió Janet le agradaba pero no sabia relajarse. Había sido la secretaria de la primera líder y la verdad conocía la organización del club mejor que Coty… o que Várvara. Su atención recayó en las carpetas que tenía en la mano. Nunca había hecho trabajo de oficina. Esto se iba a poner interesante.

 

***

 

            La señal era débil. Eso era bueno. Tomando en cuenta que los últimos 150 minutos no había habido señal en absoluto. Várvara sabía que la señal podía provenir de los vehículos de alguna de las bandas. Con algo de suerte seria la banda principal. Seguir el túnel era peligroso. Los piratas podían venir de cualquier parte. Sin embargo, la señal se hacía cada vez más fuerte. O había una venta de autos usados o estaba cerca de los piratas, y con suerte de la espada.

Unos kilómetros más y llego a una sección del túnel donde las paredes se ensanchaban creando una planicie dentro de la roca. Lo encontré Fase 2 Terminada. Permaneció lo suficientemente lejos como para analizar el lugar sin ser vista. Debía de haber unas 200 personas. Eso quería decir que había más en otros campamentos. No podía ver detalles desde donde estaba. Tendría que mezclarse. Regreso sobre sus pasos para no ser descubierta. Con un suspiro se llevo una mano a la hebilla de su cinturón

- Plata – una luz salió de su uniforme plateado y se extendió para cubrir el resto de su cuerpo.

Cuando finalmente la luz se extinguió dejo sobre su cuerpo un traje negro de una sola pieza que empezaba en un top sin mangas y terminaba en unos pantalones pegados. Sus botas habían sido remplazadas por unos zapatos negros y sus hombros estaban cubiertos por una chaqueta de mezclilla azul oscuro abierta. De su cintura colgaba el cinturón con su centro plateado siempre disponible. Su cabello se había conservado en una coleta en lo alto de su cabeza, de la parte de atrás de la misma salía una pequeña trenza que descansaba en su hombro dejando libre el resto del cabello. Había conservado el peinado que durante 3 años. 3 años que había estado fuera de la circulación. Dudaba que algún pirata la reconociera. Más valía que así fuese. Llevar un antifaz sería demasiado llamativo.

Con un suspiro se encamino a la boca del lobo. Camino con paso seguro. Era necesario dar la impresión de que estaba en su ambiente o habría que bailar. Como había supuesto nadie la noto. Todos se metían en sus asuntos y las mujeres estaban vestidas no muy diferente a ella. El campamento pirata era como una especie de mercado…

- AAAHHH - un hombre salió volando de alguna parte. Apenas a tiempo se agacho para evitarlo.

Ok un mercado peligroso, pero finalmente un mercado. La gente iba de un lado a otro llevando cajas de comida o de armas. Algunos hacían trueque. Otros peleaban a puñetazo limpio. Otros… digamos que se reproducían sin pudor.

Várvara siguió como si supiese donde iba. Ya no podía usar su detector porque sería demasiado obvio. Tendría que depender de su cerebro. Los piratas debían de tener un lugar para guardar su botín. Había visto a varios entrar y salir de una construcción rustica de madera. Pero ese lugar estaba demasiado céntrico en el campamento. Después de todo, ninguno era muy honorable. Además no podía haber mucho movimiento en el botín. Solo guardias. ¿Dónde había guardias haciendo nada? Aja junto a la pared de piedra donde centraban las tiendas más grandes.

Desde lejos no se había dado cuenta pero había una pequeña caverna custodiada por… uno, dos, tres, cuatro, cinco guardias. Aquí debe ser. Podía haber despachado a los guardias en segundos. Pero no sería tan fácil con los otros 195 que había detrás si armaba revuelo. No. Necesitaba una distracción que alejara la atención para que pudiese tomar la espada y salir.

 

***

 

- ¿Cómo está el diamante? – pregunto Marion, la encargada de la navegación marítima del club mariposa

- Peor – dijo Erica, que estaba leyendo el informe en ese momento. Las chicas del club Mariposa no estaban mas contentas que los halcones con su trabajo en el laboratorio – Tashy dice que la energía ha empezado a salir sin control. Como son pequeñas cantidades puede desvanecerlas pero esto la debilitara más y llegara el momento en que no pueda controlarla.

- Magnifico – dijo Stacy, la encargada de navegación espacial y capitana del Aurora. – Esto va de mal a peor. No ayudamos en nada aquí

- No desesperes – la tranquilizo Erica, era la mariposa de mayor rango y se sentía responsable por su equipo. – Dios proveerá ayuda, solo tenemos que seguir pensando

- Ya pasaron 2 semanas – dijo Marion – lamento ser pesimista pero no se que hacer para ayudar.

- No podemos rendirnos – Erica también estaba frustrada, pero sabia que tenia que mantener la moral alta… No se podían rendir… ahora no…

- Creo que tengo algo – dijo Paty, ella era la ingeniera oficial del club… y uno de los mayores cerebros del mismo

- ¿Qué? – preguntaron sus compañeras. Hasta ahora Paty se había mantenido en silencio, obviamente pensando mientras las otras se desesperaban.

- Tashy dice que el diamante esta sacando pequeñas descargas de energía… ¿y si hacemos una batería que pueda conservar esas pequeñas descargas en vez de desvanecerlas? Al no ser mucha energía cualquier mariposa con grado superior a 10 debe poder estabilizarla.

- Pero eso no ayudara a estabilizar el diamante, la energía es ilimitada – tercio Stacy

- Cierto, - acordó Paty - pero podemos mantener estas baterías como reserva para el escudo y retirar un poco el hacha sobre nuestra cabeza.

- Además de dar una mano a la guardiana – razono Marion – suena bien.

- Suena peligroso – dijo Erica – es delicado manejar tanta energía, pero es lo mejor que tenemos.

- Paty, ¿tienes alguna idea de cómo hacer esta batería? – pregunto Stacy

- Mas o menos, pero necesitare tu ayuda en cuanto al calibrador -

- Perfecto – dijo Erica, al menos tenían algo con que trabajar. El ánimo no decaería - En cuanto tengamos algo solido solicitare una junta con la líder.

 

***

 

            AGUA. El pequeño grupo corrió sin precaución al recién descubierto lago subterráneo. Vanessa se inclino en la tierra con cuidado de no caerse. Llevo una mano al vital líquido. El agua no se veía turbia o sucia. Aunque en sus circunstancias no le habría importado. Habían estado caminando mucho tiempo desde que dejaron la pendiente. Ninguno había comido nada y el miedo no era de mucha ayuda. Varias veces le habían preguntado si llevaba alguna golosina en la pequeña bolsa que le colgaba del hombro ¿Qué creen que porque estoy gorda siempre estoy comiendo? Entendía su posible duda inicial, pero no entendía porque se lo volvían a preguntar tantas veces. ¿Además de todo me creerán tonta? Pero encontrar ese pequeño oasis había sido como recibir mana del cielo.

Cuando había sentido el declive de la temperatura empezó a preocuparse. Solo podía significar que estaban más lejos de la superficie o más cerca de la noche. Ambas opciones eran aterradoras. Afortunadamente sus miedos se aliviaron cuando descubrió que el frio era a consecuencia del lago que acaban de encontrar. Sin embargo, lo que era inútil ignorar era el gradual desvanecimiento de la luz. ¿Cuánto tiempo llevarían caminando? Para su fortuna Nadia escogió ese momento para preguntar

- ¿Qué horas son? – Isaac servicial llevo la vista a su muñeca

- Las 8 de la noche -

            ¿Habían caminado todo el día? Aunque Vanessa había sentido eterna su pequeña odisea sabía que eso era imposible. Estarían mucho mas cansados. Mucho más desesperados. Miro al grupo. Todos seguían llevando sus manos en forma de taza a los labios para saciarse. No sabían cuándo podrían volver a tener esa oportunidad. Había que aprovechar el lago. Tal vez podrían asearse…

- ¡No se muevan! – una voz ruda y seca interrumpió el momento de paz.

Los adolescentes llevaron su atención al barbudo hombre que les apuntaba con una pistola. Ninguno se movió

– ¡¡¡EHH!!! ¡Encontré espías! – Fue obvio que el grito del hombre no iba dirigido al grupo cuando otro hombre de tamaño similar apareció con otra pistola lista para disparar –Levántense – rugió el primer hombre. Muy despacio se pusieron de pie. A Vanessa le tomo un poco más que a los demás.

- ¿Qué espías? Yo creo que son carnada

- No somos espías, nos perdimos… – empezó Alfredo

- ¡Silencio! – De alguna parte salió otro hombre igualmente armado – ¿Quién los envió?

A pesar que las órdenes se contradecían Nadia se aventuro a hablar

- Nadie nos envió. -  Lloriqueo - Solo queremos salir – Vanessa no creía que eso les importara. Por la dirección de las pistolas estaban vigilando los movimientos de los dos muchachos. Y estaban mirando a Nadia de forma no muy sana.

- ¿Crees que sean halcones nuevos? – pregunto el primero

- Torpe, si lo fueran no serian tan idiotas –

- Entonces… - a Vanessa no le gustaba nada la situación. Tenían frente a 3 hombres armados y evidentemente peligrosos rodeándolos. Atrás un lago. Y ningún lado a donde correr

- El capitán les dará un… uso
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