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flordeoro - Capitulo 8


La luz estaba baja. Como siempre. No había ningún motivo para elevarla. Podía trabajar así. Había trabajado 3 años así. Había vivido 3 años así. Jais se encontraba de pie junto a la ventana que le daba una gran vista del club. Estar en su oficina era un consuelo y una tortura a la vez. El trabajo lo absorbía, le adormecía el cerebro, lo mantenía tan ocupado que no podía detenerse a pensar. Sin embargo la habitación también estaba cargada de momentos que no podía olvidar.

            Se dio la vuelta para mirar la habitación. Los recuerdos corrían en cascada por su cerebro y jugaban con su paz mental. La veía riéndose en su silla; Ahora soy el malvado líder de los Halcones jajaja. La veía llorando en el sillón; Sufrieron mucho y no puedo tomar ese dolor. La veía inclinada sobre el escritorio estudiando diagramas Según los datos, un restaurante en esta zona eliminaría tiempo de traslado en el sector 3. La veía frente a la ventana con sus ojos acuosos de felicidad Jais me haces muy feliz, Te amo.

            Al inicio del tercer año había sacado todas sus imágenes de ella de su casa y oficina. Había sido muy doloroso. Pero lo había hecho por dos motivos; el primero era ayudarse a sí mismo, el segundo era darles gusto a sus bien intencionados amigos. Todos decían que era necesario que siguiera adelante. Irónicamente el único que no lo presionaba para olvidarla era su padre. Al llevar más de 20 años de viudez podía entender muy bien a su hijo.

Ya lo vez es sabio el tiempo, me enseño que un momento, yo te amaría y también te podía perder

            Se dirigió a su escritorio donde tenía unos informes de laboratorio que revisar. Aunque sabía que las letras no tendrían sentido ahora. Con o sin imágenes, la habitación evocaba sus recuerdos. Miro el lugar donde mucho tiempo atrás había estado la fotografía de ambos. Su relación había sido de todo menos fácil.

            Debido al cargo de ambos no tenían muchos ratos de ocio. Pero siempre se podían encontrar. Ella siempre encontraba un momento. Siempre desatendía lo que hacía cuando él encontraba el momento. Volvió a mirar la ventana. Ahora los momentos sobraban pero ella no estaba. Había aprendido mucho de ella. El sabor del chocolate. La belleza del atardecer. El ritmo, antes tedioso, del vals… A tener compasión, A tener paciencia. A controlar su ira…

            Habían pasado por altas y bajas. Se habían convertido en los fundadores de los clubs y habían hecho mucho bien a otras personas y a sí mismos. Pero todas las victorias parecían haber perdido su brillo. Ella no estaba. Y no volvería. ¿Cómo se suponía que volvería a vivir como antes?

Sin tu amor siento el vacio, sin tu amor el sol es frio. ¿Qué más quisiera, que tenerte en mis brazos… amor?

            Seria más fácil dejar ir su recuerdo si hubiese encontrado su cuerpo. Si supiese que fue lo que le paso. Si sufrió. Nunca pensó que terminase así. Cuando se está enamorado, nunca se piensa en cómo va a terminar la relación. Pero en su imaginación retorcida siempre pensó que el Señor se los llevaría cuando sus cuerpos ya no les sirviesen y hubiesen pasado mucho, mucho tiempo, juntos.

            Pero Dios había decidió otra cosa, por algún motivo que solo El sabia. Se había preguntado mil veces ¿qué quería enseñarle? Solo el silencio respondía. Silencio y soledad. Recordaba lo mucho que le costó convencerla de que el sentimiento que surgía entre ellos era algo por lo que vale la pena luchar. Ella había tenido miedo. Nunca había entendido su miedo hasta ahora. Hasta que vivía en carne propia lo que ella siempre supo que pasaría en el peor de los casos.

Para volverte a besar, para volver a sentirte un día mas. Para pedirte perdón tú tenías razón no es un juego el amor.

            Dejo el informe sin tocar en el escritorio y vivió a la ventana. A ella le gustaba la vista de esa ventana. Ella lo hubiese entendido, siempre lo entendía. A veces parecía que pensaban lo mismo. Decir que la extrañaba era una forma muy pobre de definir la situación. En muchos sentidos habían llegado a completarse. Ahora su vida estaba… incompleta. Había tenido a su alcance el deseo de su corazón. Y el no tenerlo ahora… simplemente no es suficiente. Aceptar que no regresaría era lo más difícil.

Ahora que tu ya te has ido me quede solo y perdido ¿que no daría? por volver a empezar nuestro amor

            Parecía que nadie podía ayudarlo. Incluso Várvara, que al principio había sido un oasis, había empezado a presionar. A veces simplemente era tan injusto. Ni un solo día había dejado su responsabilidad de lado. Nunca, por ningún motivo había dejado de trabajar, de dar su 100% al club. Entonces ¿porque no era aceptable que sintiese dolor?

            Había perdido a la persona más importante de su vida, pero había seguido con ella, dando lo necesario para responder a sus responsabilidades. Su dolor no existía con el propósito de lastimar a sus amigos. No era justo que lo presionaran por buenas que sean sus intensiones. Era EL quien se sentía desecho. Era EL quien la extrañaba más que nadie. Era EL para quien la vida había cambiado ¿Qué derecho tenía el mundo para decirle con que expresión debía enfrentar día a día? Trataba de ser positivo, de ver el vaso medio lleno… pero no era justo.

Para volverte a besar, para volver a sentirte un día mas. Para pedirte perdón tú tenías razón, no es un juego el amor

            Racionalmente había perdido la esperanza de que siguiese viva. Ya habían estado separados una vez, pero ella siempre se había podido comunicar con él. Su lazo psíquico era muy fuerte. Después de dos años de búsqueda física y mental la única razón posible para que no supiese de ella era… Ni siquiera podía completar el pensamiento. Si la hubiera encontrado tal vez podría despedirse. Tal vez dejaría de esperar verla cruzar la puerta de la oficina con una sonrisa y una promesa. Tal vez podría matar la esperanza de tocarla… solo una vez más.

            No volvería. Debía entenderlo. Debía asimilarlo. Debía creerlo. Pero no podía. Todo su cerebro le decía que no se atormentara más. Que no viera su fantasma en la oficina, en su casa, en la calle. Que no buscara sus ojos en cada extraña. Y quería hacerlo. Realmente deseaba hacerlo. Pero el sentimiento no es racional. Y su corazón tampoco lo era. Y su vida se estaba volviendo muy solitaria…

Cada momento sin ti, se muere mi alma y ya no puedo seguir. Si yo pudiera elegir volver a vivir lo haría junto a ti

            Casi golpea la ventana. El primer año lo había hecho. Aunque el cristal, a prueba de balas no se rompió… activó las alarmas de ataque creando un pequeño caos. Ese día el doctor le aplico un innecesario sedante. No quería que volviese a pasar. Por eso quería mantener sus emociones bajo llave. Al menos así no tendría que contestar preguntas para las cuales no tenía respuesta. Preguntas que el mismo se negaba a considerar ¿Cuándo encontrare su cuerpo? ¿Cuándo la dejaras ir? ¿Cuándo volverás a ser el mismo? ¿Cuándo sonreirás de verdad? ¿Cuándo volverás a amar? Los amaba, pero la presión de sus amigos podía llegar a ser frustrante.

            Sintió una sola lagrima descender por su mejilla. Emoción bajo llave, si como no. Si no podía romper la ventana podía permitirse una lágrima ¿no? Quería permitirse más. Quería buscarla. Quería encontrarla. Quería sanarse. Quería tener la paz de saber que volvería a verla cuando el señor lo llame… Pero no podía tener esa paz sin tener pruebas de que ya no vivía. Porque sabía que sin esas pruebas, siempre la extrañaría. Siempre la esperaría

Para volverte a besar, para volver a sentirte un día mas. Para pedirte perdón tú tenías razón, no es un juego el amor… no lo es

            Un repentino sonido electrónico entro en su cerebro. La distracción fue lo suficientemente insistente como para sacarlo de sus pensamientos. Justo lo que pedía de su trabajo. Volvió al escritorio para contestar el comunicador.

- ¿Qué pasa Jorge? – Jorge era su secretario y novio extraoficial de Janet

- El guardián del Fuego solicita una reunión con usted Señor – mmm tal vez abría sido bueno leer el informe del laboratorio

- Dale una cita en media hora en mi oficina, aun no leo el informe -

- No es necesario, hay novedades en el laboratorio, pero necesitan su autorización, también solicita una reunión posterior con las mariposas

- En ese caso comunícame con Va… no, con Coty, y prepara una reunión en la sala de juntas. Te diré la hora exacta cuando termine con Coty.

- Si señor, por cierto, acaba de llegar el reporte del guardián de viento, enseguida se lo llevo. -

- No te molestes en imprimirlo mejor envíamelo en digital y avísame cuando este lista la comunicación con Coty.

- En un minuto Señor.

            Dirigió su atención a su computadora donde no tardo en recibir el documento de Jorge. Agradecía la iniciativa de los guardianes con esa protección extra. La situación era peligrosa y podía llegar a ser crítica si no estaban preparados.

Y esto era malo. Según Cris había un pequeño grupo de mentes monstruosas unos cuantos kilómetros más allá de los radares del lado norte. No parecían moverse ni crecer, pero estaban muy lejos de su base. Habría que reforzar las defensas de ese lado…O tal vez no. Sería bueno que Zor estuviese en la junta que Alex había solicitado.

 ***

             Todo marchaba bien, o al menos eso esperaba. Había salido del campamento pirata para plantar 4 pequeños explosivos en el lado opuesto de la caverna. La explosión resultante le daría la distracción que necesitaba. Con un poco de suerte podría entrar en la caverna, despachar al guardia que seguramente se quedaría vigilar, tomar la espada y salir en medio del caos sin problemas. ¿Por qué habían tenido tanto miedo sus amigos? Esto era pan comido.

            El único tropiezo que había tenido en el camino fue cuando, antes de salir del campamento, accidentalmente choco con uno de los hombres en medio del mercado. Sin embargo, el sujeto después de echar una mirada descarada a su escote se había marchado ha seguir en sus importantes asuntos. Asuntos que involucraban romperle la nariz al hombre con el que peleaba. En cualquier otro momento Várvara le habría roto algo más que la nariz. Pero no era hora de llamar la atención o su plan se iría como el hielo en un día caluroso. Se acercó lo más que pudo a la puerta que quería entrar sin llamar la atención de los 5 guardias. Mando la señal psíquica que haría que los explosivos hicieran su trabajo. La detonación hizo retumbar el piso pero ella no perdió el equilibro. Ser una acróbata daba resultados. Un segundo después el caos reino. Se mantuvo en su escondite mientras veía como los piratas corrían por todas partes para después dirigirse a la zona atacada. En cuanto lo considero prudente se deslizo a la entrada de la cueva.

            Contrario a su plan ningún soldado se había quedado para vigilar la cámara del tesoro. Lo único que la separaba era una pesada puerta de madera u acero. Fácil. Se llevo la punta del dedo índice a la boca y después lo froto con fuerza con el pulgar de la misma mano. Luego lo levanto dejando ese único dedo en alto mientras que el resto de su mano se conservaba en un puño. Los movimientos habrían sido incoherentes de no ser porque en la punta del dedo índice tenía una chispa de luz. Con satisfacción la acerco a la cerradura de la pesada puerta. La cerradura solo emitió un fuerte POP dejando a la puerta tan inútil como una cortina. Mejor que un ábrete sésamo. Sin perder tiempo cruzo el umbral solo para sorprenderse por la cantidad de oro y joyas que había en la cueva.

Solo se tomo 2 segundos para sorprenderse. Espada ¿Dónde está la espada? Corrió entre los cofres y las monedas esparcidas por el piso. Se trepo a las ridículas colinas de oro tratando de ver mejor. Encontró puñales y coronas exquisitamente tallados y engarzados en oro, plata y piedras preciosas pero nada de espada. Su distracción no duraría para siempre. Piensa, si fueras Karnage ¿Dónde tendrías la espada?

-¿Pero que tenemos aquí? – la voz la sorprendió tanto que se dio la vuelta sin precaución. Allí estaba el jefe de los piratas junto con 50 de sus lámesuelas. – Otra joya para mi colección según veo

- En tus sueños pirata – dijo Várvara, sabía que no era muy sabio debatir con el, ahora su única opción era salir de la cueva lo antes posible. Demonios, porque había llevado 50 hombres, habría podido con 20 o 30

- Claro, como ahora eres la importante líder de las mariposas – Se burlo Karnage - no puedes tener estas… compañías ¿no? – Várvara sacó de su cintura un pequeño tubo hecho de metal dorado. Mediante su pensamiento la parte superior del tubo se abrió para dejar libre la hoja metálica de una espada. Tenía que hacerles creer que iba a pelear en vez de escapar

- Créeme, mi cargo no influye en mi opinión de ti – Los piratas tenían sus espadas a la mano y estaban más que dispuestos a usarlas. Debía salir de aquí YA

- ¿Oh, pero ni siquiera quieres ver – Karnage se abrió lentamente la levita - lo que viniste a buscar? – El maldito tenía la espada. Bien, cambio de planes, le quitaría la espada y saldría de ahí.

            Sin perder tiempo Várvara se lanzo en picada sobre Karnage. Golpeo a diestra y siniestra con su espada a los piratas que trataban de detenerla. Pero ella era muy veloz y ellos muy estúpidos. Si la hubiesen atacado juntos no tendría oportunidad. Ataco sin miedo ni piedad a los que trataban de usar sus espadas contra ella. A diferencia de ellos, la espada que había salido del tubo dorado no podía matar, podía herir pero no matar. Era una de las leyes del club mariposa. Nunca romper la ley de Dios. Desgraciadamente los piratas no tenían esos mismos valores y sus espadas sí podían hacerle daño. No había tiempo de usar su cinturón para convertirse en la chica de plata, tendría que ser simplemente Várvara.

Su objetivo era Karnage. El muy arrogante no se movía, la veía moverse hacia él con la intención en los ojos. Soltando estocadas, golpes, patadas a sus mejores hombres. Pero no huía o atacaba. Estaba muy seguro de sí mismo. Ya faltaba poco, tan cerca… Estaba a punto de darle un golpe con su puño al jefe pirata en esa estúpida nariz altanera cuando entendió que estaba siendo tan arrogante porque… era una trampa.

Pero ya era tarde. Sintió como un dardo se clavaba en su cuello, un sedante. Seguido de otros 10. Mareada comprendió que Karnage había escondido a su gente en tras las paredes de la sala del tesoro. Y la había tentado para que se acercara al rango de tiro. Los dardos no la durmieron, aun no. Pero le impedían moverse bien, afectaban su sistema de equilibrio. Ni siquiera pudo soltar el golpe que tantas ganas de darle a Karnage. La espada, tengo que quitarle la espada. Acababa de terminar el pensamiento cuando 2 piratas la habían sujetado de los brazos para mantenerla quieta. Demonios, si no estuviera tan mareada ya les habría roto los dientes. Karnage seguía sonriendo arrogantemente. Várvara ya rozaba el desmayo

- Tranquila Várvara – se inclino para acercar su rostro al de la muchacha cada vez mas mareada – puedo ser muy bueno contigo – le acaricio la barbilla – si te portas bien.

Várvara estaba segura que no era una decisión muy prudente. Pero se sintió infinitamente bien cuando su respuesta fue escupir la asquerosa cara del pirata antes de caer en la inconsciencia

 ***

 Tanto el palacio principal de las mariposas como el de los halcones tenían su propia sala de juntas. Sin embargo cuando la junta en cuestión involucraba a ambos clubs se solía usar la de las mariposas. Esta decisión era tomada tanto por cortesía hacia las mariposas como por fines prácticos. La sala era más grande. Diseñada por la primera líder, como casi todo en el club mariposa, pretendía un ambiente serio sin ser represivo. Dominada por una enorme mesa larga la sala estaba decorada en tonos rojo ladrillo, madera y detalles negros. Las sillas eran de madera firme y estaban forradas de piel negra para hacerlas mas cómodas. Excepto las dos que encabezaban la mesa. Destinadas para la líder y la segunda al mando eran un poco más grandes y con brazos. En este caso, como en muchos otros, esas sillas serian usadas por los líderes. O más bien, por Jais y Coty.

Coty nunca había usado ese lugar como líder. Y estrictamente hablando tampoco lo haría ahora. Ella era la segunda al mando, antes la tercera. Eso significaba que en ausencia de la líder ella debía tomar sus funciones. Sin embargo, nunca pensó que la responsabilidad de un asiento fuese tan pesada. Había sido una de las primeras mariposas y siempre había tenido un puesto elevado y con ello responsabilidades equivalentes. Al entrar al club se había mantenido en el puesto de la tercera al mando mucho tiempo. Ahora veía que era un puesto casi ideal. Estaba en el grupo de las primeras cuatro. Estaba presente y participaba en la toma de decisiones más importantes y se sentía segura de no dejar que alguien controlara su mundo.

Cuando la primera líder se fue todo el orden se altero. Paso de su seguro puesto de tercera al mando donde sus decisiones eran de peso pero principalmente la afectaban a ella… a ser la segunda al mando donde siempre debía estar preparada para ayudar a la líder. Era como pararse en el borde de un trampolín sin saltar. Siempre lista siempre preparada. Siempre dispuesta, pero nunca saltando. La tensión era estresante ¿Cómo había hecho Várvara? Ella siempre hizo parecer ser la segunda al mando tan… divertido. Se veía relajada y juguetona. Si alguien hubiera definido a Várvara en esa época en una palabra habría sido IRRESPOSABLE. Dejaba toda la presión a la primera líder para hacer algún ocasional acto de presencia… como este. Es más, si Várvara estuviese en su lugar se sentaría en el lugar de la líder sin problemas, subiría los pies a la mesa, ignoraría las opciones y luego saldría con una idea descabellada loca y peligrosa que Jais trataría de aligerar para luego ser apoyada por la líder que regresaría de su exitosa misión… No, se abría zafado de la junta tomando la peligrosa misión tal y como lo hizo ahora. Esa era Várvara, la segunda al mando del club mariposa. O al menos la imagen que ella había querido vender.

Pero esa Várvara se había ido. Había sido remplazada por la Várvara que primero había sido dejada por su novio para luego tomar el puesto de su mejor amiga y terminar levantándole la moral a Jais. Una Várvara que se quejaba entre broma y verdad de su trabajo. Una Várvara que nunca improvisaba o se arriesgaba porque hacerlo era arriesgar 25 vidas en vez de 1. Una Várvara con una pesada capa que Coty sentía asfixiante con 2 días en el puesto. Y con la Várvara que se había ido, también se había ido la Coty que no se aterraba en la sala de juntas. Cierto, no era la líder, pero hoy sus decisiones pesarían como si lo fuera. Dios, Várvara tiene razón, ser el jefe no es nada divertido Ni tampoco sería tener tan cerca a Jais.

Al principio fue casi automático. Las primeras 4 del club mariposa, enamoradas hasta los huesos de los primeros 4 halcones. ¿Así o mas utópico? Juntos habían formado un equipo fuerte. Los problemas y las victorias eran de los 8. Todos diferentes aportando un elemento fuerte al equipo. No importaba que viniera, uno de ellos tenía una respuesta. Otro un apoyo. Otro un hombro. Otro una enseñanza. Conforme los clubs fueron creciendo el grupo se hizo más fuerte. Pero ese primer grupo inicial fundado por los líderes era especial. Era una familia. Ni siquiera cuando el novio de Várvara, y mejor amigo de Jais, había abandonado el club se había separado. Jais había sido parte de eso. Ella lo consideraba una de las personas por las que daría un brazo y una pierna. Y sabía que él lo haría por ella o por Zafiro. Sin embargo desde que ella se fue… era difícil estar con él. Su propio novio, Esteban (también gato), ya no sabía cómo acercarse a él. El Jais que ella había conocido también se había ido. Y eso la hería.

- ¿Lista? – levanto la cabeza para ver a Jais sentándose a su lado

- Eso creo

- No te preocupes – dijo sonriente – si te atacan siempre puedes arañar sus muebles – Coty rio, hacía tiempo que Jais no le gastaba bromas por su condición de gato. El cambio habría sido alentador si su sonrisa no fuese falsa. Para cualquiera que no lo conociese diría que estaba de buen humor. Coty lo sabía que solo era la fachada con la que enfrentaba el día a día.

- Mejor te arañare a ti – dijo siguiendo la broma.

- Yo lo rebanare para ti preciosa – giro su cabeza sorprendida hacia donde venia la voz

- ¡Esteban! ¿Cómo es que estas aquí? – sin embargo estaba muy aliviada de verlo

- Ouch, si quieres me voy – dijo sonriente, sabia a que se refería, aunque Estaban también era el segundo al mando de los halcones, al no haber ningún asunto relacionado con su área de trabajo, la música, no tenía porque estar allí. A menos que fuese una reunión general. – Te dije que no me ama tanto como dice – el comentario de Esteban estaba dirigido a Jais en una masculina camaradería.

- Algo debiste de haberle hecho – respondió Jais

- Basta los dos – replico Coty sonriente, mientras tomaba la mano de Esteban cuando este se sentaba a su lado.

- Oye te pedí que vinieras porque necesito a mi segundo al mando, no para que le hagas ojitos a tu novia –

- Tu mano no es tan hermosa – repuso esteban besando los nudillos de Coty. Jais hablaba en broma. Los tres sabían que el motivo por el que Jais le había pedido a Esteban estar allí era para darle seguridad a Coty por su lugar en la reunión. El entender eso conmovió a Coty. Jais era una buena persona, merecía ser feliz.

            Un momento más tarde el resto de los integrantes entraron. Las mariposas (y Esteban) de un lado de la mesa, y los halcones en el otro. En la mesa figuraban: los capitanes del equipo N Zor y Zentella guardianes de la Tierra; Cris y Cris guardianes del Viento; en realidad se llamaban Cristina y Christopher pero todos los llamaban Cris y Cris; Alex y Érica guardianes del fuego; estaban allí por haber estado a cargo de los equipos del laboratorio. Para sorpresa de Coty también llegaron Zafiro y Sergio, eso no era bueno. Parte de sus funciones era la organización de las defensas. O iban a hablar sobre la economía del siglo 14 o había problemas con los sistemas de seguridad. Probablemente lo segundo. También estaban: Samuel, Simón, Rubén y Pedro como parte del equipo investigador de los halcones. Por otro lado estaban Marion, Stacy y Paty representando a las mariposas.

- Empecemos – Dijo Jais – Por iniciativa de Zor y Zentella, Cris y Cris han estado reforzando la vigilancia. Dinos que viste Cris

- Si jefe – dejo el guardián del viento tomando la palabra – Encontré un pequeño grupo de enemigos en el lado norte. Están a solo unos kilómetros fuera del alcance del radar de las torres, creo que se preparan para atacar – Coty estaba segura de haber escuchado a todos contener la respiración – son muy pocos, sería fácil aniquilarlos pero me parece muy sospechoso que estén allí

- ¿Hace cuanto los encontraste? – pregunto Zafiro

- Ayer por la mañana, he ido varias veces pero el grupo no ha crecido. Solo se mantiene.

- ¿Hay vehículos o solo plantas? – pregunto Sergio siguiendo la línea de pensamiento de Zafiro

- Ambos, yo calculo unas 10 o 20 unidades

- Debemos reforzar el área… - empezó Zentella pero fue interrumpida por Zafiro

- No, creo que es un señuelo, si fuera algo serio el grupo seria más numeroso y ya hubiese atacado

- Pero no podemos dejarlo así – replico Zor – si sabemos que están allí sería absurdo no prepararnos

- Pero si movemos nuestras defensas caeremos en su trampa -

- No será sabio… - Zafiro estaba dispuesta a defender su punto cuando Jais detuvo el debate

- Primero veamos que opciones nos dan los laboratorios – durante un momento todos callaron. El líder de los halcones había levantado la voz para ejercer su autoridad evitando una riña interna que ciertamente no necesitaban. Coty tardo un momento en entender que por cortesía se les estaba otorgando a las chicas la posibilidad de hablar primero. Como mariposa a cargo ella debía dar la palabra.

- Érica, danos tus noticias

- Claro – Érica esperaba que su idea fuese de ayuda – logramos hacer un prototipo de una batería para reforzar las defensas

- ¿Ha sido probada? – pregunto Rubén

- Hicimos varias pruebas con la energía del motor del Aurora – contesto Paty, que era quien mejor conocía la batería – la energía debe portarse con un 90% de similaridad

- ¿Qué tanta energía es capaz de usar? – se intereso Simón

- Un poco más que la necesaria para activar la coraza

- Alex – intervino Jais antes de profundizar más en la batería – danos sus conclusiones

- Si jefe – contesto Alex un tanto preocupado, ellos solo tenían teorías, nada factible – Creemos que es posible estabilizar el diamante sin la espada – La exclamación sin contener de toda la mesa se hizo evidente. Si eso era posible se solucionarían todos los problemas – Partimos de la premisa de que la espada es un fuente de energía neutra que estabiliza el diamante…

- Como todo diamante, el nuestro está dividido en secciones – Intervino Rubén para quitar un poco de tensión de Alex - en nuestro caso cientos de secciones. El estabilizar el diamante es arriesgado porque queremos estabilizar todas las secciones a la vez

- Pero si solo estabilizamos las secciones de la base una por una – continúo Pedro para dar énfasis a su idea – evitaríamos el riesgo. Además del desgaste por parte de quien lo haga.

- Eso no solucionaría el problema – interrumpió Stacy – la energía del diamante es ilimitada. Estabilizar las secciones solo es mover la energía inestable a otra sección.

-Stacy tiene razón – dijo Zor – hacer eso sería como aplicarle presión a una botella de refresco – y no sería divertido verla explotar.

- Tienen razón – dijo Alex que ya habían considerado esa opción – pero las secciones estabilizadas del diamante tendrían como función remplazar la espada como energía neutra. Así Jais, Várvara y la guardiana podrán estabilizar el resto del diamante.

- Es demasiado peligroso- dijo Esteban – usar el diamante para estabilizar el mismo podría causar un desgarro temporal si los lideres no pueden controlar la energía

- Aun recuperando la espada corremos ese riesgo – dijo Coty mas pensando para sí misma que para su audiencia

- Seria peor después de haber empujado la energía dentro del diamante – confirmo Zafiro apoyando a Esteban. Con ese plan Jais, Várvara y Tashy correrían un riesgo mayor

- Por otro lado no hemos considerado el tiempo – dijo Marion – estabilizar las secciones una por una llevara varios días y el diamante pierde estabilidad a cada minuto. Pronto Tashy no podrá controlarlo.

- Para eso usaremos la batería – la calmo Zentella – para absorber las fugas y usarlas a nuestro favor.

- Si… eso puede servir – dijo Sergio, mas para sí mismo, Jais casi vio el clásico foco prendiéndose sobre su cabeza - ¿Cuánto pueden tardar en hacer otra batería?

- Ahora que se cómo hacerla – Paty pensó un momento – entre uno o dos días dependiendo de los materiales y las pruebas

- Esas baterías pueden usarse para activar otras defensas además de la coraza. Así no dependeremos del diamante.

- Tendríamos que hacer una para cada sector – dijo Stacy – pero no sería muy complicado

- ¿Y qué hacemos con el enemigo en el patio? – dijo Zor sin olvidar el reporte de Cris

- Reforzaremos las defensas de la zona norte pero solo en maquinaria y armas, no moveremos a nuestros miembros – dijo Jais – Zafiro, Sergio, necesitamos un plan estratégico de respaldo en caso de que falte energía en algún sector. También asegúrense de que las baterías estén instaladas una vez listas– estos asintieron en aceptación. La atención del líder halcón callo en los guardianes del viento - Cris y Cris seguirán con sus revisiones en las torres, puede haber más grupos que no hemos notado. Zor, organízate con los guardianes del agua para llenar las baterías y estabilizar las secciones del diamante…

-¡NO! – saltaron Coty, Esteban, Zafiro y Sergio.

- No puedes estar considerando eso… – decía Esteban

- No podrás controlar la energía... – dijo Zafiro

- Es muy peligroso… – dijo Sergio

- Te mataras… - apelo Coty

- ¡BASTA! – Rugió Jais, demonios esto es lo que pasa cuando tratas de contenerte siempre. Explotas – Tomar este riesgo es una decisión MIA y ustedes van a acatarla porque para eso soy su LIDER – Por un momento nadie hablo. Era raro que Jais hiciera un uso de su autoridad tan evidente. Y eso solo podía significar que estaba muy cansado… o desesperado

- No eres nuestro líder – dijo Coty hablando por las mariposas– y no puedes tomar esta decisión por Várvara

- Várvara no tomara el riesgo. Yo estabilizare el diamante. Solo.

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